sábado, 12 de marzo de 2016

LAS BRUJAS DE EASTWICK, las bellas y la bestia.

Dir: George Miller (1987)


Dale al play y disfruta leyendo.

             ¡Bienvenidos a Eastwick! Una maravillosa comunidad llena de gente idílica, casas idílicas, paisajes idílicos y feligreses idílicos. Una comunidad donde tus hijos crecerán en un entorno sano y con valores. Un verdadero paraíso si obvias un par de pequeños puntitos negros en nuestro maravilloso mapa: últimamente se nos han colado un trío de brujas y un demonio.

             Como el diablillo al que interpreta Jack Nicholson se debió sentir el propio George Miller a los mandos de Las Brujas de Eastwick. Un divertimento apto para comportarse como un gamberrete y poder disfrutar con las performances de sus protagonistas.


            Basada en la novela de John Updike, Las brujas de Eastwick trataba sobre tres amigas que en su soledad consiguen atraer a su localidad a un diablete que tendrá como único propósito seducirlas y hacerlas sentir como nunca antes. Las tres amigas, una morena, otra pelirroja y otra rubia estarían interpretadas por Cher, Susan Sarandon y Michelle Pfeiffer, a las que George Miller sacaría bien guapas en pantalla consiguiendo una estupenda química con el diablete en cuestión, un Jack Nicholson en su salsa.


             Comedia sobrenatural llamaría yo a Las Brujas de Eastwick pues, aún con su punto oscurete,  no se pueda decir que llegue a la definición de comedía de terror.   La que si que da miedo es Veronica Cartwright en su papel de Felicia, la doña perfecta del pueblo con una percepción hiperdesarrollada y que ve en el coito anal uno de los grandes peligros de la humanidad y para la cual Miller guarda más de una magnifica escena.


             La película comenzaba con mucha clase acompañada de la música de John Williams, marca de calidad para cualquier producción. Nos emplazaba luego a conocer a las tres protagonistas y a continuación conseguía llevar a cabo una estupenda introducción del personaje de Nicholson (Daryl Van Horne) y su llegada al pueblo. Personaje zalamero donde los haya, Daryl hará todo lo posible para alegrar los oídos de sus tres objetivos.


             En su momento fue un fracasete que no fue entendido en gran medida por público y crítica pero, obviando que al final no sabemos exactamente lo que deseaba contar Miller solo podemos decir que es una muy grata película para disfrutar de grandes actores compartiendo escenas ( ya no nombro a la Pfeiffer que es debilidad absoluta), jugando al tenis mágico, viviendo escenas oníricas, que goza de un humor muy particular y retorcido y que escenas como la seducción a Susan Sarandon a base de violonchelo y piano son simplemente el apoteosis.

Para el recuerdo, el score del maestro Williams.

La Nota de La Noche











1 comentario:

  1. Y pensar que hace algunos años hicieron la serie... Que no se parecía en nada, creo Y la cancelaron.

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