lunes, 15 de febrero de 2016

EVEREST, tan fría como la montaña.

Dir: Baltasar Kormákur (2015)


            En Mayo de 1996 un par de expediciones guiadas que realizaban el ascenso al monte Everest quedaron atrapadas en el camino. Esta película intenta reflejar el periplo de las personas que se vieron involucradas en el suceso.



            Pues bien amigos, Everest es un drama que no juega a ser un drama sino más bien una suerte de aventura dramática en la que la parte pesimista de la historia queda bastante diluida. Esa es su parte buena y su parte mala. Me explico. Hay cosas que no me gustan nada, como por ejemplo ver un peli de "miedo" y que desde el minuto uno todo sea tenebroso y amenazador. No señor. El mundo no es así. El mundo es como es, y lo que es resulta ser monótono y cotidiano. Con los dramas suele ocurrir lo mismo y parece que desde el primer momento todo debe estar teñido por un halo sombrío de mal fario y seres varios afirmando tener un mal presentimiento sobre esto o aquello.


             No es lo que ocurre en Everest donde todo es luz y blanco y los acontecimientos se tuercen cuando se tienen que torcer, sin avisar. Como la vida misma. La primera media hora de la película es de una sincronía perfecta, presentando al espectador el amplio elenco de actores que van a habitar la pantalla durante las siguientes dos horas así como dando información de vital importancia para entender lo que vamos a presenciar. No son pocos los actores que aquí actuan y reconozco que había olvidado que la mayoría aparecían en la misma. Eso si, tengo que decirlo, da igual que sean caras más o menos conocidas pues el peso de la película queda tan repartido como diluido entre todos ellos y al final por muy poco, son unos cuantos los que cargan un poco más con dicho peso.


             En pantalla vamos a poder ver a Jason Clarke, que ha tenido un 2015 muy prolífico, Martin Henderson, Michael kelly, Emily Watson, Sam Worthington, Keira Knightley, Josh Brolin, Jake Gyllenhaal y Robin Wright entre muchos otros. Coral como ya dije y eso también le pasa factura pues como dije, al igual que pros, hay contras y estos son la falta de profundidad en los protagonistas de esta película.


              Como he comentado, tras la presentación viene la parte de la preparación y ascenso, la cual consigue desenvolverse con soltura y beneficiarse por los impresionantes exteriores de las tierras tibetanas aunque en el meridiano de la película se empieza a estancar para pararse en seco una vez que los acontecimientos devienen en dramáticos sucesos en los que no entendemos porqué ocurren ciertas cosas y que son mostrados con una frialdad aseptica a la que no ayuda la música de un Dario Marianelli que no brilla como en ocasiones anteriores.


             Su tercer acto no resulta ni épico ni dramático ni nada de nada y nos deja con una sensación de que podría haber dado mucho más de si la historia contada intentando que sintiéramos más empatía por sus protagonistas. Eso si, hay que respetar que sigue estando basada en un fatídico incidente y que si no quieren adornar la historia, pues no se adorna pero al final acaban recurriendo a imágenes reales de archivo para intentar en última instancia causar la lágrima en el espectador.

La nota de la Noche:









2 comentarios:

  1. Hola! Comparto bastante la crítica, aunque yo si que me emocioné un poquillo con la historia de los personajes de Jason Clarke y Keira Knightley, no se si por sentirme identificado por la relación de amor. De todos modos agradecí no usar en exceso de la lágrima fácil. Si que se echa en falta más desarrollo de personajes.
    Saludos!

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  2. Vaya, tenía buena pinta. A ver si la veo de todas formas y me paso otra vez a dar mí opinión.

    Saludos

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