sábado, 10 de septiembre de 2016

AGOSTO, mirada nada complaciente de un entorno familiar.

Dir: John Wells (2013)


          Tras el suicidio del patriarca de la familia Weston, estos se reúnen para el duelo y para tomar decisiones sobre el futuro y cuidados de la matriarca.


           ¡La madre del cordero! ¡La madre de todas las tormentas! ¡Pero qué digo! La tormenta del desierto se desata directamente en el salón de esta casa de las llanuras de Oklahoma en donde una familia debe hacer frente finalmente a la realidad de la vida, una realidad que no es nada benigna ni condescendiente y que te va golpeando poco a poco hasta haberte sacado todo el aire del cuerpo, un aire que ya no es respirable dentro de estas paredes que supuran amargura en caudal generoso. Es un enfrentamiento que generará la sonrisa de más de uno o incluso la carcajada al haber pensado nosotros, pobres espectadores, que ya lo habíamos visto todo y que nada podía ir a peor o sorprendernos. Mejor guardémonos nuestros pensamientos pues más de una vez Agosto va a demostrarnos que estábamos equivocados. Tan equivocados como ver que lo que normalmente suele ser katarsis cuando se produce una muerte en el seno familiar evoluciona por rutas completamente opuestas haciendo que la balanza se decante peligrosamente hacia la desintegración de la familia en cuestión.


             Es curioso ver como la película erige a las féminas de la función ( Meryl Streep, Julia Roberts, Juliette Lewis, Margo Martindale y Julianne Nicholson ) como los ejes motrices alrededor de los cuales la trama gira y se desarrolla dejando a los hombres de esta familia ( Dermot Mulroney, Chris Cooper, Ewan McGregor y Benedict Cumberbatch ) como simples comparsas, peleles que están de paso y que no se enteran de nada. Agosto es, ante todo, un film de actores donde cada uno parece desnudar su alma. Complejo como la realidad misma donde no existen los negros y los blancos, los opuestos, y los personajes parecen moverse peligrosamente por la senda del gris cogiendo y soltando al unísono lo peor de ambos extremos.


             El poder está como comentaba anteriormente, no nos engañemos, en manos de estas tejedoras de sentimientos que intentan ir en busca de ese dulce y complicado sueño que es el de las familias amorosas y unidas. Bien dicen en la película que uno no elige a su familia ni la familia lo puede elegir a él y que al final lo único que a veces sustenta las relaciones entre los entes de una unidad familiar es un simple hilo, una idea, una sensación de pertenecer a algo que nos mueve a tener que obrar en consecuencia así o asa.

Agosto es la vida misma. Dura y sin cortapisas.

La Nota de La Noche:







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