Dir: Gareth Edwards (2016)
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La historia de como la rebelión consiguió los planos de la Estrella de la Muerte. Ni más, ni menos.
Espero que estés preparado para oír multitud de opiniones dispares sobre este nuevo producto Star Wars pues me da la sensación de que va a generar todo tipo de controversias y grados diversos de satisfacción.
Rogue One es una buena película que puede gustar más o menos dependiendo de cada persona pero que creo que en lo referente al universo creado por el amigo Lucas sigue siendo consecuente y lo hace crecer un poco más poniendo en imágenes situaciones que hasta el momento solo habíamos llegado a atisbar de lejos y con la imaginación aunque, mientras Lucas se dedicó a tirar piedras sobre su tejado con los capitulos I y II ( el III lo dejamos descansar de momento ), en este caso el resultado es satisfactorio.
Con Rogue One Disney ha dado un paso valiente pues, aunque haya habido remontaje, el film está impregnado por una pátina de oscuridad y seriedad dramática no vista con anterioridad en la saga a excepción de los capítulos III y V, desprendiendo en todo momento ese aroma de estar asistiendo a un episodio crepuscular. Pocas son las perlas cómicas de la película aunque habría que recalcar una que es bastante buena pero vuelvo a repetir que se trata de un film autenticamente adulto de la saga, por lo que la sensación de estar viendo algo distinto a lo habitual será más que comprensible y puede dejar descolocado a más de uno.
El film comienza un tanto errático y se nota cierta descoordinación en el montaje pero pasados estos primeros minutos en los que solamente estamos asentando las bases de por donde se va a mover la película la trama avanza bastante bien y sin parones, salpicando la misma con cameos de viejos conocidos de la saga, hasta llegar a un tercer acto digno de elogiar y donde la épica y el sentido bélico, evocando momentos de El Retorno del Jedi, se adueñan de la pantalla y nos mantienen ensimismados en todo lo que ocurre en pantalla.
De lo mejorcito de la película es su galería de personajes.Conseguir un personaje carismático como el de Jyn Erso (Felicity Jones) es encomiable en tan solo una sola entrega. Felicity compone una especie de choni de las galaxias cuyo arrojo y carácter desafiante se salen de la pantalla. Diego Luna como Cassian Andor está un poco peor dibujado pero por lo menos es un personaje con matices, Donnie Yen como Chimut Imwe viene a dar la ración de "Fuerza" que toda película de Star Wars debería tener, Wen Jiang como Baze Malbus es una suerte de Chewbacca y por último, y donde se están cubriendo de gloria, presentan nuevos droides como es el caso de K-2SO ( con voz de Alan Tudyk) en el cual recaen la mayoría de los momentos "cómicos" de la película sin caer en el infantilismo. Lo de Forest Whitaker como Saw Gerrera y Mads Mikkelsen como Galen Erso se pueden casi dejar como apariciones estelares dentro de la película.
Falla no obstante gravemente a la hora de tener un antagonista de nivel pues el villano que compone Ben Mendelsohn como Orson Krennic no es lo suficientemente amenazador y al final debemos pasar el testigo de dicha amenaza a las manos de otros villanos legendarios de la saga.
En cuanto al CGI y uso de protesis Rogue One sigue caminando por la senda recuperada con el Episodio VII, intentando que la mayoría de los personajes estén caracterizados y no digitalizados. No obstante hay casos en los que no puede ser de otra manera ( no puedo hablar ), también intenta usar menos croma, aunque aquí nuevamente vuelve a ser bastante necesario y compone momentos bastante espectaculares aunque no sé por qué los destructores estelares me han parecido tan blancos cuando siempre los he tenido por grises...
Un handycap añadido es que en gran medida la sensación de estar asistiendo a un "momento Star Wars" siempre viene supeditado a la utilización de los Leit Motivs de la trilogía clásica. En la segunda trilogía ya pesaba el no usarlos y el episodio VII vino con la lección aprendida y gracias a que John Williams volvió a utilizarlos, la película ganaba muchísimo al generar la sensación de reconocimiento en el espectador. En este caso, sin ser para nada una mala Banda Sonora, Michael Giacchino ( que sólo tuvo 3 meses para componerla y grabarla ) imita al maestro Williams de manera notable y acomoda pequeñas piezas de los leit motivs clásicos a lo largo del metraje dejando dichas perlas para el disfrute del respetable.
En definitiva, para el temor con el que me acercaba a ver el "primer" spin-off de la saga ( las de los Ewoks deben ser un mito ) lo peor que le veo hasta el momento a esta Rogue One es esa coletilla de "una historia de Star Wars" pues más que spin Off casi podría pasar por el episodio 3.5 de la saga debido a lo estrechamente vinculada que está al episodio IV.
Pendiente de más visionados dejo aquí mi valoración que en el futuro no creo que vaya en ningún caso en sentido descendente, sino más bien lo contrario.
¡Que la fuerza esté con vosotros y sed unos con la fuerza!
La Nota de La Noche:
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