Dir: André Ovredal ( 2016)
Un asesinato múltiple y un misterioso cadáver de una joven mujer sin identificar. Averiguar quién era ésta va a resultar una experiencia de lo más inquietante...
He de reconocer que el cine de terror lo tengo un tanto abandonado ya que la mayoría de propuestas suelen discurrir por los cauces habituales de este cine de última generación en el que todo se falsea a través de las imágenes y de una música que siempre pretenden conseguir lo que la propia película no ha conseguido. La Autopsia de Jane Doe, dirigida con buena mano por André Ovredal ( Trollhunter ) destaca por huir de estos parámetros y jugar con un mínimo de elementos para ir infundiendo inquietud en el espectador.
Ciertamente ya de por sí la propia localización de la película da mal karma y la presencia del mencionado cadáver ( y menudo cadaver ) al que el director muestra una y otra vez cebándose tanto su belleza externa como en su fealdad interna van sembrando una sensación incómoda en el espectador, lo que tiene mucho que ver con lo explicito de algunas imágenes no aptas para expectadores de estomago delicado. El espacio se va haciendo asfixiante para los protagonistas y nosotros lo vamos a notar.
Por ahí tenemos al gran Brian Cox y a Emile Hirsch para dar la replica a nuestra Jane Doe en este film que poco a poco se va decantando por encajar en esa variante de maldiciones japonesas que nos llegaron allá por los primeros años del siglo XXI mezclada con un CSI/ Bones.
Durante la hora y media que dura la película no vamos a tener tiempo de aburrirnos debido a la exposición de los acontecimientos que van teniendo lugar a medida que indagamos en como ha llegado este cadáver a nuestra morgue gracias a que, el director, sabe como jugar con los habituales tics característicos de este género, pero sin forzarlos en demasía, ayudándose de una comedida banda sonora pues, aunque los haya, esto no va de impactar sólo con sustos sino de crear intriga y suspense en un espectador que se ve enganchando y que quiere averiguar tanto como los propios protagonistas resolviendo todas las incógnitas.
Vale que, como suele ocurrir a menudo, nuestras especulaciones suelen superar en expectativas a lo que finalmente se nos ofrece como resolución pero hay que reconocer que Ovredal nos da un nuevo y posible mito en esto del cine de terror.
La Nota de La Noche:
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