domingo, 2 de abril de 2017

LA BELLA Y LA BESTIA

Dir:Bill Condon (2017)




Érase una vez, en un país lejano, un joven príncipe que

vivía en un resplandeciente castillo.

A pesar de tener todo lo que podía desear, el príncipe era egoísta, déspota, y consentido.
Pero, una noche de invierno llegó al castillo una anciana mendiga, y le ofreció una simple rosa a cambio de cobijarse del horrible frío.



Repugnado por su desagradable aspecto, el príncipe despreció el regalo y expulsó de allí a la anciana.
Pero ella le advirtió que no se dejara engañar por las apariencias, porque la belleza se encuentra en el interior. Y cuando volvió a rechazarla, la fealdad de la anciana desapareció, dando paso a una bellísima hechicera.
El príncipe trató de disculparse, pero era demasiado tarde, pues ella ya había visto que en su corazón no había amor.
Y como castigo, lo transformó en una horrible bestia y lanzó un poderoso hechizo sobre el castillo y sobre todos los que allí vivían.



Avergonzado por su aspecto, el monstruo se encerró en el interior de su castillo, con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior.
La rosa que ella le había ofrecido era en realidad una rosa encantada que seguiría fresca hasta que él cumpliera veintiún años.
Si era capaz de aprender a amar a una mujer y ganarse a cambio su amor antes de que cayera el último pétalo, entonces se desharía el hechizo.
Si no, permanecería condenado a seguir siendo una bestia para siempre.
Al pasar los años, comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza.

Pues, ¿quién iba a ser capaz de amar a una bestia?





               Y así amigos es como nos encontramos con este, a estas alturas, clásico de Disney  arrastrándonos de nuevo a las salas de cine. Pereza combinada con temor a exceso de saturación de glucosa era lo que me transmitieron todos los avances que iban llegando sobre la puesta a punto, por no decir, traslación a imagen real de la película homónima de la factoría del ratón como ya vienen haciendo en los últimos años con otros de sus clásicos. Sinceramente, Disney ha encontrado otro filón para dar nueva vida a todo su catálogo. No andan muy desencaminados aunque, y ya lo comenté en su día, La Cenicienta me pareció un horror aburridísimo que hubiese necesitado de mejores costuras y más brío. No obstante El Libro de La Selva mejoró muchísimo la experiencia anterior, tanto por dirección como por dinamismo e historia.
Pero claro, La Bella y la Bestia animada es una película mucho más azucarada que las anteriores y podría llegar a indigestar a más de uno. 


           Pero al igual que el argumento de la película yo también esperaba un milagro y que la experiencia por lo menos no fuera tan soporífera como con La Cenicienta. Dicho y hecho, mis temores fueron mitigándose con el paso de los minutos, que no son pocos, pues hablamos de una película que dura 130 minutos pero que parece durar hora y media. Muy bien medida su duración y con muy poco relleno su desarrollo pese a ser conocido, va pasando ante nuestras narices sin apenas darnos cuenta ( quizás el momento Festín sea el más pesado ).


             Por supuesto, es una ventaja suprema el que las canciones sean conocidas. Entra el espectador en la película desde el primer momento y, seguramente, más de uno se habrá visto cantando las canciones en el cine. ( No fue el caso ).
Otro punto a su favor de esta adaptación es haber hecho inciso en el sentido del humor, que no comedia, principalmente a través de los personajes de Luke Evans (Gaston) y Josh Gad (LeFeu) , que solo con el tiempo los más peques de la casa llegarán a comprender en toda su amplitud, pero que a mi me pareció no solo valiente, sino inteligente y muy refrescante para lo tradicional que suele ser el mundo disney.


             El Otro gran punto a favor de la película es que echa mano del musical de Broadway, ( hubiese sido pecado no hacerlo ) para añadir unas cuantas canciones muy interesantes y "muy" de músical a la película, siendo Dan Stevens y su bestia los beneficiados. Alan Menken compuso en su momento muy icónicas canciones para la película y lo amplió para el propio musical por lo que lo que vamos a oír en el cine suena de lujo ( bueno, eso si lo veis en VO ). De hecho, creo que el gran valor añadido de la película es que ahora claramente se trata de un músical, y en ese terreno me tienen ganado además de entrar en una dinámica distinta, pues las leyes y exigencias que le pedimos al cine convencional desaparecen cuando hablamos de dicho cine músical.


             En cuanto al diseño de producción y CGI no hay pega aparente aunque es muy tramposo el que la Bestia aparezca tan pronto con colmillos como sin ellos para forzar situaciones románticas humanizándolo en exceso. Graciosísimo  es ver también como a Luke Evans le pintan una raya para remarcar el hoyuelo del mentón. Otro lujo es el echarse a los ojos la amplia platea de secundarios de los cuales solo podremos disfrutar, en su mayoría, de sus voces hasta el desenlace final pues aquí tenemos a Kevin Kline, Ewan McGregor (que ya tenía experiencia en esto de cantar con Moulin Rouge ), Ian McKellen, Emma Thompson o Stanley Tucci por mencionar a los más importantes.


           La que desentona, pese a pasar la prueba cantarina, es una Emma Watson que a todas luces desentona con el resto de personajes. No solo aparenta tener una edad muy inferior al resto de actores del reparto sino que básicamente tiene nula habilidad en más de una ocasión para interactuar con croma o pantalla verde poniendo unas caras que son de vergüenza. Lo digo claro: es una cara-palo y una mustia sin química y es el único borrón que le veo a una película que vuelve a traer la magia y la fantasía unida al mejor musical de toque barroco y teatral a nuestras vidas. Una película perfecta para ver en familia o en buena compañía, si lo que os gusta es soñar, como siempre digo.

Lo dice uno que iba dispuesto a masacrarla.

La Nota de La Noche:


















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