YOUNG ADULT, oda al outoengaño.

Dir: Jason Reitman (2011)

            Mavis Gary (Charlize Theron) es una escritora que ha triunfado en la vida y tiene una vida moderna lejos de sus orígenes pueblerinos (o eso piensa ella). Ha tenido una vida salpicada de éxitos desde el instituto y está acostumbrada a salirse con la suya. Por eso cuando en plena crisis vital se entera de que su ex-novio de la adolescencia ha sido padre recientemente, decide volver a su pueblo de origen a recuperarlo.

             Jason Reitman ( Juno, Up in the Air) tiene su particular estilo para contar historias y si ponemos a Diablo Cody (Juno, Jennifer´s Body) a los mandos del guión la cosa se pone fina y, quizás por eso, el resultado final se nos queda corto. Tildar a Young Adult de comedia es, desde mi punto de vista, muy muy generoso. Porque aquí lo único que genera cierta sensación de comicidad es la patética actitud de Charlize Theron durante todo el metraje. Un personaje autodestructivo y autoengañado, egoísta, alcohólico y manipulador. Una persona que genera un falso halo de brillantez hacia los demás para tapar el abismo depresivo al que se asoma cada tarde-noche al entrar al bar. Muy bien por Theron, por cierto, demostrando lo buena que es y siendo obsequiada por algún que otro mordaz diálogo y situación por parte de Diablo, la cual, siempre ha tenido predisposición a que sus protagonistas hablen sin tapujos ni medias tintas, mostrando a las mujeres como seres imperfectos.

           Queda Young Adult entonces como una dramedia que en su tramo final levanta el telón para mostrar lo anteriormente señalado sobre el personaje de Mavis Gary, la cual estará acompañada durante la función por Patrick Wilson, Elizabeth Reaser y un Patton Oswalt que desarrolla la mejor y más chispeante relación con la protagonista a lo largo del film.

Una peli que, por lo menos, sin ser todo lo brillante que se le presupone teniendo a quien tiene detrás (quizás le hacía falta algún que otro personaje con frases brillantes por ahí) si que sabe como matizar a sus personajes y que acaba con toda la sinceridad y coherencia de la vida real.

La Nota de La Noche: