lunes, 16 de octubre de 2017

TRANSFORMERS: EL ÚLTIMO CABALLERO (ojalá)

Dir: Michael Bay (2017)


        No me molesto ni en hacer sinopsis de esto. Bienvenidos al festival del despropósito...by Michael Bay. 


       Con la saga Transformers me parece estar dando razón a aquellos que aseguran que el hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra dos veces. Para más inri en este caso ya son cuatro. Y digo cuatro porque la primera es realmente la única entrega que me ha gustado.


      También me recuerda a esa fábula del escorpión y la tortuga, es decir, sé que me enfrento a un peligro potencial pero mi naturaleza curiosa y mi amor pueril por estos seres robóticos hacen que termine visionando ( no sin dolor ) esta saga envenenada.


       Así es el amor y cariño que le he ido cogiendo a Michael Bay a lo largo de los años gracias a su visión de esta franquicia. Un amor tan profundo como el pozo más oscuro e inhóspito en el que puedas ubicar a alguien.


      Transformers: El Último Caballero es directamente, y mira que parecía imposible, la peor de todas las secuelas de esta hiperbolizada saga. Un producto que, quizás si fuera animación, podría generar alguna simpatía pero que en imagen real es un desastre absoluto.


       Cuando se hable de un guión para una película, desde luego no se debería nombrar a esta Transformers 5 y cuando se habla de un guión de acción por otro lado, la mayoría suele usar adjetivos peyorativos ya que se da por sentado que es un tipo de cine con peor acabado pero no habría adjetivo lo suficientemente malo para hacerle justicia al sinsentido y despropósito que la nueva transformer-aventura nos muestra.


        Puede que alguien crea que este engendro deformado tenga argumento pero, tras haber pasado una hora del metraje y todavía no saber de que va el asunto, la frustración cabalga por extensos llanos. El contiguo aparecer y desaparecer de personajes, el asistir a situaciones inconexas y a una exhibición de como no se debe montar una película de dos horas y media, pero que debía durar como tres veces más, son buena muestra de lo que es el mal cine.


       Desde aquí lanzo la firme propuesta de que se cambie como ejemplo de mal montaje a Batman vs. Superman y se meta de lleno y con galardón a esta Transformers 5 a la que directamente parecen faltarle segundos, cuando no minutos, en cada plano. Un desastre que causa una malestar general en el espectador y que no hay paracetamol que cure al intentar comprender que sucede entre planos.


        Pero en todo desierto hay un oasis y ese viene a ser el tramo comprendido entre la hora y hora y media de El Último Caballero, que es cuando les viene en gana explicarnos un poco el locurón que hemos estado viendo, teniendo al menos algo de desarrollo y la presentación de la damisela de la función marca Bay, en este caso Laura Haddock ( vista en Guardianes de la Galaxia ), que tampoco es que venga a ser un revulsivo pero que por lo menos alegra la vista.


       Como iba diciendo , esta es la peor entrega de la saga. Me quejaba yo del humor con calzador de las anteriores entregas solo para ver como el de esta ya es directamente lamentable y desafortunado, empezando con ese Merlín del prólogo que en cuatro líneas ayuda a echar por tierra toda la "posible" épica que dicha escena daba a entender. Habrá quien siga viendo épica cuando yo solo veo ruido y humo, y un indicio de lo que está por acontecer con el resto de la película.

       
        Bay no aprende ni a palos y le ha entrado el mal de Emmerich de pensar que más grande es mejor y así le ha salido la cosa. Por lo menos La Era de la Extinción tenia algunas Set Pieces conseguidas pero esta entrega acusa el aburrimiento del público y una historia que no consigue conectar ni enganchar en ningún momento pareciendo un refrito constante y continuo de las anteriores. 


        La sensación de desconcierto que provoca la historia es continua, un mobbing filmico de colosal factura que no desprende ningún tipo de emoción, cosa que parecen entender un Mark Wahlberg mimetizado en robot vista su expresión corporal y un Anthony Hopkins que aparenta estar pasándoselo en grande cobrando un jugoso cheque. 


        No se entiende la inclusión de personajes como el de Isabela Moner como Izabella, que solo ocupan minutos en la película pero estorban más que aportan algo al igual que la pena que da ver a un veterano de la saga como Josh Duhamel desdibujado y muy en segundo plano. Decir algo de lo que supone la trama de El Último Caballero y lo que tiene que ver en esto Wahlberg es echarse una risa a posteriori visto que es un sinsentido o, directamente, se quedo nuevamente en la sala de montaje.


       En definitiva, Transformers: El Último Caballero, aparenta ser más ruidosa, más grande y más bigger than life, pero lo único que demuestra es que es un fracaso de producto que queda por debajo de todo lo que la saga robótica nos haya podido mostrar anteriormente y eso, más que malo, es penoso.

La Nota de La Noche:















1 comentario:

  1. y todavia Bay dice que habra Transformers 6 despues de lo penoso que se vio aqui,creo firmemente que solo locos da atar gastarian una entrada de cine a ver los desvarios de este director.

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