Dir: Steven Spielberg (2015)
En los últimos años, para ser precisos, los últimos 10 años mi relación con Spielberg se ha enfriado un poco, por no decir bastante. Siempre me he considerado una cinefilo marca Spielberg, nada raro cuando te has criado y mamado con todo su cine de los 80 y 90, no sólo como director sino como productor. Pero lo cierto es que, desde la dura "Munich", sus siguientes cuatro proyectos poco me han entusiasmado. No le encontré la gracia a El secreto del unicornio (Las aventuras de Tintín), me desesperé con el sentimentalismo de War Horse y me aburrí sobremanera con Lincoln. Para colmo la única que podría haber estado a la altura resultó ser una película que muchas veces daba vergüenza ajena como Indiana Jones y el Reino de la calavera de Cristal,( spin off de la saga, pues se sabe que esta sigue siendo una trilogia).
Así que con estos antecedentes me acercaba yo a "El Puente de Los Espías" que, encima, tenía como argumento una historia verídica basada en una biografía. Entre que me daban pálpitos en plan Lincoln , su duración de dos horas veinte y el trailer en plan historia de superación almibarada poco esperaba de lo nuevo de mi, hace mucho, mentor cinematográfico.
Pues bien, resulta que me he vuelto a hacer amiguete de Spielberg. Así de fácil. Me ha encantado el Puente de Los Espías. La historia de como James B. Donovan, abogado defensor de un espía soviético, acabó colaborando con la CIA para conseguir la liberación de 2 ciudadanos americanos retenidos por la Unión soviética y la República democrática Alemana a cambio de su defendido en plena guerra fría.
Vuelve el Spielberg serio, sin concesiones sensibleras, -exceptuando un breve momento en el desenlace y que tampoco hace daño-, el que rueda con elegancia y sabe ir al grano desplegando sus fichas y, como el protagonista de la película, jugando la partida con maestría, . Como es habitual Spielberg echa mano del director de fotografía, Janusz Kaminski, para dar vida a esta historia dramática de suspense que desde el primer minuto ya te consigue intrigar y que gracias al libreto de los hermanos Coen no llega a estancarse en ningún momento. La película es variada en su concepto, temática y localizaciones consiguiendo que en ningún momento nos pesen esas más de dos horas de duración. En pocas pinceladas consigue transmitirte la sensación de amenaza constante que imperaba en la sociedad americana e inculcada en la sociedad ya desde la escuela. Un momento difícil en el que hacer algo justo podía ser muy complicado.
Por supuesto Tom Hanks como protagonista está exquisitamente eficaz componiendo un personaje de profunda dignidad y con marcados principios morales y al que consigue dar entidad gracias a un fino e irónico sentido del humor. Lo mismo se puede decir del otro gran protagonista de la película; un Max Rylance que compone un magnifico y entrañable espía ruso.
Mucho se ha oído sobre Thomas Newman intentando imitar a John Williams para esta ocasión pero ¿acaso os habéis preguntado si quizás no sería el propio Spielberg quién le pidiera hacer eso exactamente? Sea como sea la música no desentona para nada y acompaña perfectamente las imágenes.
Así que, mientras estoy buscando el número de Steven para invitarlo a una cervecita, aprovecho para concluir que El Puente de los Espías es una muy buena película, diría que cojonuda, con un trabajo de edición en el que no sobra ni falta nada y en el que todo raya a gran nivel regalándonos una muestra de cine old school e impoluto.
La Nota de La Noche
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