Dir: Todd Haynes (2015)
Carol y Therese, Therese y Carol, o lo que el es lo mismo, Cate y Rooney, Rooney y Cate. Sobre ellas dos se carga todo el peso de esta película melodramática de corte romántico sobre dos mujeres de distintas edades y ambiente social que se enamoran mutuamente en el Nueva York de los años 50.
Todd Haynes nos trae una película de corte clásico, demasiado en mi opinión, donde se deja ver ese tufillo a querer ser carne de Oscar, agradar a los académicos, componer buenos encuadres y ofrecer grandes actuaciones. La película peca de ser demasiado contemplativa y excesivamente lenta en la manera de contar unos acontecimientos que quedan reducidos a un par de escenas interesantes dentro de un mar de, para mi, forzada pretenciosidad. Cierto es que Cate Blanchett está soberbia en su papel y que Rooney no le va a la zaga con su cándida pero apocada criatura. Cierto también que Haynes rueda con gusto y respeto y no cae en el mal gusto en ningún momento, pero no veo en Carol lo que otros parecen ver.
Dos horas de metraje que se hacen largos y lentos, sustentados en continuos diálogos y juegos de miradas en los que se sugiere siempre más de lo que se dice pero que ni con los pequeños alicientes con los que el guión, que intenta ahondar en los valores morales del momento, va salpicando la trama consigue mantener el interés del espectador debido a su excesiva frialdad. Por lo menos la banda sonora de Carter Burwell y los últimos planos de la película se hacen merecedores de haber aguantado el viaje.
La Nota de La Noche
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