Dir: Richard Ayoade (2013)
Simon (Eisenberg) es gris. La vida lo trata como si no existiera pues parece un ser invisible. El mundo no le tiene en cuenta. Lo que en principio es solo una sospecha deviene en convicción cuando en su trabajo aparece un nuevo compañero que es exactamente idéntico a él y en el que todo el mundo repara. Mientras uno cada vez es más real el otro parece desvanecerse en consecuencia.
El doble es una película raruna llena de hallazgos visuales y gags visuales dignos del propio Terry Gilliam. Menciono a Gilliam porque si no fuera que se quién es el director de esta película hubiera jurado que estaba ante una de las obras de nuestro excéntrico y distópico amigo. Esto es casi cine de autor, costará entenderla ( si es que se puede entender ) y lo mejor será dejarse llevar por la historia y dejar que las imágenes penetren en nuesto cerebro para anidar durante un tiempo mientras nos preguntamos si nos estamos enterando de si Eisenberg está duplicado, si este mundo es real, si es un oscuro sueño o la paranoia de una mente enferma.
Lo que si puedo asegurar es que el estilo narrativo y visual me ha gustado bastante, la fotografía ocre, muy propia de aquellas Brazil o 12 monos del anteriormente mencionado Gilliam y mucha electrónica futuroviejuna son pura delicia y el humor negro está muy bien dosificado. Entre medias tenemos a Eisenberg haciendo lo que mejor sabe: ser un pagafantas sufridor.
La Nota de La Noche:
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