Dir: David Yates (2016)
A Tarzán, rey de la selva, le llega una invitación a su mansión londinense para darse un paseo por el Congo belga, ( su hogar de toda la vida ), a fin de tomar el té con pastas con los representantes electos de tal país. Como la invitación le llega por correo ordinario se huele que algo raro pasa y decide acudir, pero llegando una hora antes. ( Sáquese de esta sipnosis el argumento que más guste )
Y aquí estamos amigos. En el Congo Belga y con David Yates haciendo de guía turístico para el respetable. Lástima que eligiera los días más grises del año para mostrarnos dichos parajes...
Y es que a Yates habría que explicarle que ni las películas se hacen como mecánicos churros ni toda fotografía y clima es como el retratado en su mundo Potteriano. ( Aquí es donde empiezo a perder amigos a pasos agigantados). No es que pretenda poner el dedo en la llaga pero ni este gris que tiende a usar ni el tono en gran parte del metraje son los apropiados para la peli en cuestión.
Yates es un autor mercenario que en mi opinión no tiene estilo propio sino que se deja llevar y amolda a lo que le pide la Warner desde hace años.
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| Tarzán y su 18 pack chocolate table |
Son estos momentos "british style" los más apagados y sosos de todo el conjunto y donde Samuel L.Jackson y su George Washington parecen estar meando fuera de tiesto durante todo el rato ( bueno, luego tampoco es que mejore mucho pero por lo menos su personajes se amolda mejor al paisaje y situación ). Por suerte tomamos rumbo hacia Africa y la cosa mejora un tanto, aunque la sensación generalizada de que nos hemos perdido algo que no nos cuentan revolotea sobre el subconsciente haciendo que nos cueste conectar con la aventura. Aventura que no para de ser acribillada por constantes flashbacks que, cuando no son de novela rosa lo son de la de sucesos.
A todas estas por ahí anda perdido un Christoph Waltz que vuelve a repetir sus tics de Malditos Bastardos hasta la saciedad y un Djimon Hounsou cuyo Jefe Mbonga es el personaje más desaprovechado de toda la película prometiendo mucho y dando poco, desapareciendo de escena tan rápido como entró. Se intuyen cambios y virajes en el guión así como las re-escrituras del mismo al igual que se nota cierta ausencia de planos entre medias de muchas escenas.
No es la trama de esta La Leyenda de Tarzán la mejor que se podía haber ideado. Por lo menos a mi entender esa tendencia a querer ir más allá y ofrecer espectacularidad hace que al final el ridículo sea el que reine por doquier, tal y como sucede en el animalado desenlace del tercer acto, más aún cuando ciertos efectos digitales cumplen unas veces mientras que otras dan más cante que un par de calcetines usados durante una semana seguida de jornada laboral ( las del tren, sin ir muy lejos).
Finalmente comentar que Alexander Skarsgard funciona con su presencia física como Tarzán pero peca de "Nolanizado" en su enfoque del personaje, tirando a apagado y triste, aunque por suerte contra restamos su tono gris con la energía que si desprende Margot Robbie en cada una de sus escenas con una Jane que es pura aventura ( no por nada es una de las Reinas de La Noche ).
No es un desastre total pero podría haber estado mucho mejor este regreso de Tarzán a la gran pantalla, tener incluso más tono pulp del que tiene, menos pesimismo, menos ambición por ofrecer fuegos de traca y más orientada a ofrecer un conflicto básico como son la venganza, la ambición o el típico rescate de toda la vida, vamos, que hasta el toque romántico patina en más de una ocasión....¿o quién sabe? Quizás simplemente estoy despechado porque no aparece Cheetah...
¡¡gran error!!
La Nota de La Noche:
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