Dir: Joe Dante (1987)
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Hola amigos de La Noche. Me llaman El Cowboy y os voy a hablar de algo que me pasó hace un tiempo. Antes de empezar permitid que os ilustre acerca de mi persona. Soy guapo, soy precioso, soy un galán y no me quito las botas ni para hacer el amor (la otra rima quedaba fatal). Tengo una colección de botas tejanas a la que solo hace sombra la colección de conquistas femeninas que he tenido y la cantidad de puros habanos que me he fumado. Por eso se me hace más doloroso contaros esta historia en la que fui vilmente engañado.
Yo me dedico a las exportaciones de secretos y tecnología americana. No es nada personal, solo son negocios. Así que un buen día mi gran amigo Rheinshaw me comentó que se habían hecho con un chip prodigioso que permitía encoger objetos y personas. Amazing, me dije yo, así que fui a buscarlo. Según me contaron un equipo de infiltración se había logrado hacer con uno de los chips en el laboratorio donde lo estaban probando pero el otro había sido sustraído por un tal Ozzy que no tuvo otra genial idea que ir a inyectarselo a un hipocondriaco de campeonato. Lo que he olvidado deciros es que dicho chip iba asociado a una microcapsula tripulada por el teniente Tag Pendleton ( defectos cero). Este se las ingenió para contactar con el tontainas de huésped y juntos se pusieron en contacto con la ex novia del primero, una tal Lydia que me robó el corazón cual vil cuatrera. Yo tenía preparado un rodeo particular en mi habitación para esta bella dama a la que iba a dar de probar de las mieles del Cowboy, pero el tontainas, al que yo llamaba Gran Jack aprovechó que tenía las manos ocupadas ayudando a una anciana y me noqueó. Lo que no llego a entender es como este granuja consiguió apropiarse de mi cara (tuve una horrible pesadilla pero no puede ser cierta) e intentar recuperar su chip. Da igual porque según me dijeron les salió mal aunque a mis socios no les fue tampoco muy bien ya que acabaron reducidos a la mitad de su talla. Mira que la doctora estaba buena pero es que ahora sus insinuaciones me dan mal yuyu. En definitiva, os cuento esto porque la historia no acaba hasta que el cowboy dice Fin. Así que, mientras os cuento esto , me he hecho pasar por chofer y estoy conduciendo la limusina donde los recién casados Tag y Lydia llevan camuflados los dos chips. Ja ja ja ja ja la venganza es mía al fin y.... ¿qué demonios hace ese coche rojo? ¿ no es ese el Gran Jack? Oh, FUCK.....
El Chip Prodigioso (Innerspace) es una de esas pelís icónicas de los 80 con las que un servidor se fue criando y formando en esto del cine. Aventura cómica de ciencia ficción es lo que nos proponía Joe Dante en el año 1987 con una película que comenzaba con el "Steven Spielberg presents", sello que en aquella época nos daba a la gran mayoría una garantía de producto de calidad, aunque la película estuviese principalmente producida por el binomio Peter-Gubers.
En el apartado técnico nada que envidiar pues a la dirección de alguien versado como Joe Dante había que unir a Dennis Muren y la ILM en el departamento de efectos especiales, efectos que, por cierto, aguantan bastante bien el paso del tiempo y que ganaron el oscar, o a un Jerry Goldsmith en las tareas musicales en una nueva colaboración con el mencionado Dante.
El trio principal de actores no estaba tampoco nada mal. Teniamos a Dennis Quaid como el teniente Tuck Pendleton, Meg Ryan como Lydia Maxwell -posicionándose ya como novia de América mucho antes de convertirse en la novia de Chuky y el más desconocido de los tres en aquel momento, Martin Short como el hipocondriaco Jack Putter, pues solo lo conocíamos por la película Tres Amigos junto a Steve Martin y Chevy Chase.
Por supuesto no podían faltar todos los actores fetiche que Joe Dante introduce en sus películas una y otra vez: Kevin McCarthy, Wendy Schaal, Henry Gibson, Dick Miller y Robert Picardo como El Cowboy.
La película no era otra cosa que una vuelta de tuerca a la película de Richard Fleisher Viaje alucinante, pero dándole un sentido más cómico y aventurero además de repartiendo las tramas entre el interior y exterior. La presentación de personajes funciona perfectamente para dejar establecidos los caracteres de cada uno y la sucesión de acontecimientos no deja espacio casi para ningún altibajo de ritmo (que los tiene). Además introducía villanos icónicos como el Sr. Igo y su mano biónica o el desatado Cowboy. En cuanto al Cowboy y su "transformación" todavía recuerdo las carcajadas que la escena me ocasionó en el cine quedando como uno de los momentos culminantes a recordar de la película. Es cierto que el paso del tiempo ha hecho mella en la película y que no aguanta igual de bien que otras aunque, como ya he comentado, no es debido a los efectos especiales, sino a su particular humor blanco, lo que la hace palidecer al lado de otros productos más serios. No tiene una nota altísima pero sigue quedando como una obra a la que guardo cariño y que me gusta revisionar de vez en cuando.
La Nota de La Noche:
Un placer como siempre leerte...y más si se trata de una película q corre por nuestras venas..
ResponderEliminarAhora ya hace bastantes años que la revisioné, aunque comentas que adolece por su humor, me da miedo lo de los efectos, recuerdo la cápsula hacerse pequeña como algo apoteósico, y eso puede ser algo muy malo.
ResponderEliminarQuerido y psicópata amigo, no tengas miedo. La escena de miniaturización no tiene nada de CGI o efectos especiales. A no ser que la veas en una TV de muchas (demasiadas) pulgadas los efectos cumplen, pues en gran parte eran artesanales.
ResponderEliminarLo tendré en cuenta para un revisionado. Me alegra saberlo.
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