ETERNAL, Immortals ya estaba cogido.

Dir: Tarsem Singh (2015)

                    Damian Hale ( Ben Kingsley ) es un billonario a punto de morir de cáncer que decide ponerse en las manos de un tratamiento radical que puede transferir su consciencia a un cuerpo creado genéticamente. Una vez realizada la exitosa intervención empezará a descubrir que no todo era tan sencillo como le habían informado.

                   Si antes de ver la película me dices que esta está dirigida por Tarsem Singh, director de The Fall, Immortals, La Celda o Mirror, Mirror,  mi impresión al finalizar de ver la misma hubiera sido muchísimo peor de la que me ha dejado esta Eternal, un thriller de acción de lo más regulero, con un punto de partida interesante pero que desde el primer minuto parece querer mostrarnos las cartas para que nosotros, simples mortales sin capacidad de raciocinio, no tengamos que pensar mucho acerca de una trama que suena a ya vista, y que desecha el misterio y el suspense para convertirse en una mera película de persecuciones.

                   ¿Donde está el poderio visual del señor Sigh? Ni rastro de él. Nada ha aportado el director al conjunto y cuando lo hace pues fijaos, os diré que mientras ocurrían las escenas de Nueva Orleans con ese montaje de imágenes random de músicos, etc.... no paraba de pensar en lo mal que funcionaban y que pretencioso era el que estuviera dirigiendo aquello. ¡Trágame tierra!

                    En cuanto al alter ego de Damian Hale, Ryan Reynolds está al nivel de actuación modo automático On. Nuevamente una actuación plana y vista cien veces donde prima lo físico sobre lo gestual. El malo de la función recae en las manos de Mathew Goode, en una actuación muy parecida a la vista en Watchmen, tirando a Doctor Frankenstein de opereta.

                     La película es entretenidilla pero el personaje de Reynolds está muy mal construido. ¿Cómo vamos a creernos que un muchimillonario tan avaro como para no querer morir de repente se convierta en la madre teresa para esta familia?. Ya no hablemos de que una cosa es tener recuerdos aleatorios en momentos de bajona médica, pero de ahí a convertirse en todo un terminator hay un abismo.  Aún así hay ciertos huecos para un poco de construcción del personaje y el final es sincero con la propuesta pero no pasará a la historia ni como un gran film ni como un punto álgido en la carrera de Singh, al que creo que han obligado a dirigir esta Eternal para ganarse de nuevo el favor de la industria.

La Nota de La Noche: