Dir: Jason Zada (2016)
Y así es como nos adentramos en esta película. Con calzador y rapidez, con un montaje embarullado en sus primeros minutos para dar algo de ritmo a una película que no anda con la ligereza necesaria. Es como si tuviera el freno echado durante todo el tiempo. No hay consistencia en lo que nos narra. ¿Tu hermana está perdida en un jodido bosque y te pones a hacer turismo por la ciudad y a charlar con un desconocido? ¿Nada de contactar con la policia?, ¿para qué? Mucha prisa tampoco parece que tenga Sara...
Y ese es el problema: que no hay prisa y tampoco hay mucho que contar. Vamos, que El bosque de los Sucidios es muy vacía. Un pequeño viaje hacia la paranoia con un par de escenas resultonas aunque abusen del susto rápido, un desarrollo que ni siquiera esconde sus cartas y un desenlace que podía haber estado mucho mejor desarrollado son todo el bagaje que tiene que ofrecer un film para el lucimiento de Natalie Dormer por partida doble.
Una hora y media justa que se hace aburrida hasta decir basta y que solo nos ofrece un viaje a un Japón donde las dulces y jóvenes criaturas parecen saber más de leyendas y fantasmas que sus adultos...para qué decir más...
Si la veis recordad: no esteis tristes...
La Nota de La Noche:
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