Entrando en prolegómenos digamos que la cosa tenía guisos de no andar muy potente en cuanto a ganas, ese cambio de sala , cambiando el St. Jordi Club por la sala Razzmatazz, hacia presagiar que la venta de entradas no iba muy bien y que quizás el interés por los Bardos no era el esperado. A esto se le sumaba que no parecía haber mucha gente en los alrededores de la sala antes de la apertura de puertas, aunque esto quizás se debiera a que a las 16:00h había comenzado el Barca - Valencia. Tal y como estaba anunciado a las 19:00h se abrieron las susodichas puertas de la sala, y es cierto que poco a poco fue llegando el respetable aunque lentamente. Parecería que la jornada iba a quedar un medio aforo pero para nada fue así. La sala acabó llena pues si que había ganas de los bardos después de todo, y bastante... ahí es nada.
En esta gira se han hecho acompañar por teloneros de altura: los hebreos Orphaned Land que no se hicieron de rogar ni hicieron esperar a la manada de orcos sedientos de buen metal que había a pie del escenario, salieron a escena a las 19:45h. y desde el primer momento gozaron del apoyo del público demostrando su buen hacer. Si bien es cierto que, como suele acontecer por regla general el sonido del micrófono de Kobi no era lo bueno que debería, quedando muy apagado, lo que hizo que un tema tan potentorro como "All is One" no luciera como debiera, aunque poco a poco el sonido mejoró, aunque no mucho y Orphaned Land se dedicó desde ese momento a agasajarnos con un set list de aproximadamente 45 minutos, durante los cuales se dedicaron a presentar varios temas de su último trabajo, el referido All is one, así como un escueto repaso de temas de sus anteriores discos.
Orphaned Land practican lo que ellos llaman "Oriental metal", una mezcla de metal con instrumentos e influencias arábigas y están considerados como unos embajadores de la paz, pues trabajan en el mutuo entendimiento entre razas y religiones. Algo que hay que reseñar es la actitud de dos de sus componentes: Matan Schmuely, el batería, un crack que no paró de hacer florituras y de arengar al respetable y Uri Zehla, el bajista, un puto metal god en plan vikingo que era todo actitud. En definitiva, los temas iban cayendo uno tras otro con una fluidez encomiable, dato este que hace entrever lo bien que se lo tenían montado en el escenario donde, nuestro Jesucristo particular, menudas pintas las de su vocalista Kobi Fahri, enlazaba entre canciones su mensaje de paz, gracioso fue el momento en el que comentó que esa era la música metal que se tocaba en el medio este y que si nos gustaba. Ante la afirmación del público se decantó por un "La puta madre" ( se ve que el google translator le jugó una mala pasada ). Muy buen sabor de boca en definitiva y ganas de más. Tras 45 minutos que se habían pasado en un suspiro, y eso siempre es señal de que la cosa estaba encarrilada, Orphaned Land, un grupo a tener en cuenta en el futuro se despedían del respetable.
Blind Guardian son alemanes y eso significa puntualidad, total para que hacer esperar más a una sala que estaba hasta la bandera y que ya estaba completamente entregada. Así pasados no más de 25 minutos, un poco antes de las 21:00h empezaba la intro de The Ninth Wave, tema con el que los Guardian abren todos los conciertos de esta gira. En mi opinión es un tema arriesgado para empezar aunque pude constatar que los cortes de su último trabajo ganan muchísimo en directo, con mas cuerpo y potencia. La maquina de los teutones esta perfectamente engrasada, el sonido era de lujo y la sala se venía arriba con la entrada en escena de los Bardos. Ahí vamos, a dejarnos la piel y la garganta con cada uno de los temas, entrega absoluta del respetable y primeras miradas complices de Hansi y compañía. Tras el picoteo tocaba empezar con los primeros platos fuertes, un Banish from Santuary por toda la escuadra que hace que la sala se vuelva loca, enganchan con un Nightfall tremendo, el público ya estaba totalmente entregado. Tras esta cae Fly, de su Twist in the Myth, un tema algo facilón pero que es perfectamente aceptado por los asistentes. Enganchan con Tanelorn de su At the Edge of time, tema potentorro y rematan con Prophecies, para mi el mejor corte de su Espejo rojo.
El ambiente ha bajado las revoluciones, no es lo mismo un tema nuevo que un clásico, pero vuelve a acelerarse con la llegada de The Last Candle, arriba todo el mundo y a disfrutar como locos. No nos hemos dado cuenta y ya llevamos casi una hora de show, imparables en todo momento el concierto esta resultando una pasada. El sonido en todo momento perfectamente equalizado, la voz de Hansi llega fenomenal y encima el muy cabrón no falla una nota, menudas tablas tiene el amigo. Mención especial para los músicos en la sombra, pues bajista y teclista permanecen todo el show en segundo plano y a Frederick en su castillo de percusión solo lo intuimos porque le vemos la calva, menuda batería que se gasta el amigo. Por supuesto, Marcus y André perfectos en todo momento, pero el encargado de levantar al público es Hansi, jodido tio carismático.
Llega la hora del break acústico, hora de ponernos tiernos. Disfrutamos del binomio de Miracle Machine, nuevamente del Espejo Rojo, no se yo...en directo tiene su feeling pero no le veo vida más allá de esta gira, y un maravilloso Lord of The Rings que tuvo al público totalmente entregado. Como se puede mejorar este momento? No se...y si enganchamos con un Welcome to Dying? Pues venga, golazo al respetable. Vuelve la locura. Hansi amaga con darnos sustos antes de tiempo anunciando el último tema de la noche,¿ qué cual? Pues un extenso ...and Then there was Silence. Un clásico a estas alturas, largo el jodio, pero con momentos absolutamente brillantes que dejan la piel de gallina.
Un poco de pantomima, total, no hay nada que temer pues conocemos el set list de conciertos previos, y comienza la intro de War of Wrath, ¿volvemos a la tierra media? ¿Por qué no? Los Guardian atacan con Into the Storm, yupiii! esto suena de fabula y no nos dejan coger aliento pues siguen con Twilight of the gods , otro tema que gana muchísimos enteros en directo, joder aquí si que se le nota la garra y las ganas de hacer pupita. ¿ Como terminar con semejante andanada sónica? La respuesta es Valhalla. Ya querrian los vikingos habernos tenido en sus filas, la sala se cae del estruendo, cuernos arriba, gargantas al máximo coreando cada estrofa. Por supuesto, this is Spain, and Spain is different. Terminan los Bardos con el tema, pero el público sigue adelante, ¡dios!, no se cuantos minutos estuvimos cantando la estrofa final ante las caras de satisfacción de los teutones.
Nuevamente un break, se apagan las luces y, cosa que he obviado hasta el momento, aprovechan los encargados de seguridad para llevarse a una pareja de gilipollas, un tolete al que llamaremos "Mustaine Jr" ( ojo, no es que me caiga mal Mustaine, sino que se le parecía el mamonazo) y su novia, tan pasados de vueltas los dos que no paraban de andar jodiendo la marrana a todo el mundo entre la primera y tercera fila. A los colegas de " La Poza del Meh" y a mi entre otros nos tocó aguantar a semejantes engendros mal paridos desde el segundo tema del concierto. Pues nada, ahí que se los llevan entre aplausos de todo el respetable, pues comportamientos así no son de recibo, venimos a disfrutar todos, no ustedes solos.
Bueno, pues se acerca la conclusión del conciertazo que nos estamos gozando, entran en escena con Wheel of Time, un tema bueno pero jodidillo en directo, no tiene partes contundentes para corear pero no importa, pues a continuación cae The bard´s song - in the Forest y ahí nos hartamos de corear de nuevo, menudas ganas de fiesta que tenemos, nuevamente la canción no se acaba nunca, entramos en un bucle de éxtasis musical del que Hansi y compañía no saben como hacernos salir.
No se que magia mística usaron para hacernos callar pero una vez logrado atacan con el último corte de la noche, por todos es sabido que Mirror Mirror es el colofón final. A tope con ellos y el espejito espejito de marras, aceleramos como si no hubiese un mañana. ¿Cómo? ¿qué ya? Ni hablar del peluquín, queremos sangre, necesitamos más la sala se tambalea con el público pidiendo Majesty. ¿lo conseguiremos? Difícil se planteaba semejante desafío pero hemos ido y vuelto de Mordor muchas veces en estos años. Hansi no sabe que hacer , mira a Marcus y pregunta con temor que si nos toca Majesty los dejamos libres. Parece que hay acuerdo y Majesty cae como un trueno sónico. La sala quiere darlo todo y doy fe de que lo da, (me duele la garganta todavía). Colofón de altura, casi mejor que terminar con Mirror Mirror, coreamos y coreamos hasta casi desfallecer.
Finalmente y tras aproximadamente 2horas y veinte minutos de concierto, tocaba despedirse de estos máquinas, perfectos anfitriones que supieron meternos en harina desde el primer momento. Larga vida a los teutones, show de 5 estrellas y público de 5 estrellas. En definitiva, esto fue LPB ( La Polla Bendita).
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