DEJAME ENTRAR , una comparativa entre las dos versiones.

Dir: Tomas Alfredson (2008) / Matt Reeves (2010)

            Toca comparativa entre las dos versiones que la novela de John Ajvide Lindqvist ha tenido en el cine. La primera nos llegó en 2008 de la mano de Tomas Alfredson y su remake el pasado 2010 por cuenta de Matt Reeves, director de "Monstruoso". Tanto la primera, a la que nos referiremos como la original, como la segunda (el remake), son bastante respetuosos con su original literario,trasladando a imágenes los avatares de un niño que sufre de bullying en el colegio a la vez que comienza a entablar amistad con su nueva vecina, una misteriosa chica de unos 12 años de comportamiento un tanto extraño, encontrándonos con una crítica social salpicada con dosis de cine vampírico.


                   Ambas versiones son cine 4 estrellas, siendo la primera más sincera con el material a tratar, pues es cine sin ambición monetaria, frío y lento en su metraje, mientras el remake peca de querer funcionar como un blockbuster, cosa difícil con una historia tan minimalista, aunque impregne el relato de un mejor ritmo, alternandolo con Flashbacks.

                   
                  Otra diferencia es la localización,la original está ambientada en pleno invierno Sueco mientras que el remake se ha trasladado a Los Alamos, Nuevo Mexico. He aquí la primera incongruencia que encuentro pues, no es de extrañar que un niño esté solo en la calle a las 4 de la tarde en Suecia aunque sea noche cerrada, pero en Nuevo México seguro que aunque sea invierno la noche llega mucho más tarde. (cosas de cambiar localizaciones). La ambientación también ha cambiado pasando del blanco cegador de las localizaciones suecas a una oscuridad que parece impregnar y ensuciar todo el metraje en la segunda. Donde la primera sugiere con sutileza la segunda muestra con crudeza, no dejando resquicios para preguntas.

                   
                   Finalmente creo haberme decantado lamentablemente por la versión americana, orientada claramente hacia lo sobrenatural (los gustos me pueden), cosa a la que ayuda la agradable banda sonora de Michael Giachinno, un fuera de serie.
 

                  
Recomendadas ambas de todos modos pues representan un chorro de buen cine fantástico dentro del espectro mediocre de títulos actuales.