viernes, 6 de noviembre de 2015

BONE TOMAHAWK, esto si es wild wild west.

Dir: S.Craig Zahler (2015)


             Bone Tomahawk es toda una sorpresa. Un western donde Clint Eastwood se encuentra con Las Colinas tienen Ojos. Una especie de "Desapariciones" de Ron Howard, pero con un enfoque todavía más oscuro, en el que un grupo compuesto por el sheriff del pueblo  X y 3 voluntarios se adentran en territorio indio en pos de un grupo que parece haber irrumpido durante la noche en dicho lugar y secuestrado a al ayudante del sheriff, un detenido y la mujer de uno de ellos.



               Es curioso que un género como el Western se niegue a desaparecer de la cartelera actual. Lo han matado y rematado pero sigue volviendo a nosotros y casi siempre, luciendo nuevas vestiduras que le dan un aire distinto. Bone Tomahawk es uno de esos casos. Una sorpresa salida de no se sabe donde y de la cual yo personalmente desconocía cualquier cosa,  hasta que amigos de La Noche dieron el grito de alerta desde el festival de Sitges.


              El director muestra el rumbo que va a llevar la película desde un primer minuto brutal, frío y aséptico, preludio de lo que va a ser el resto de la misma y que, ya aviso, tiene más de una escenita gore de por medio no apta para los más sensibles. Craig Zahler nos va a mostrar un salvaje oeste más salvaje que nunca. Donde se debe desconfiar de todo el mundo y la noche está llena de peligros. Para más inri asesinos, merodeadores y ladrones van a ver como su infame club se amplia con la entrada en escena de unos seres que los dejan en simples alborotadores.

           
            Vale que la peli es un poco/bastante lenta de ritmo y que dura dos horas largas. Pero si sabéis apreciar bien lo que se ofrece aprenderéis a disfrutar de unos diálogos que parecen ser simple relleno pero que van construyendo poco a poco unos personajes que van ganando en carisma a medida que pasan los minutos. En plan cuarteto tenemos a los cuatro protagonistas principales: Kurt Russell como el curtido Sheriff Franklin Hunt, Mathew Fox como el pistolero John Brooder, Richard Jenkins como Rajoy el ayudante Chicory y Patrick Wilson como el vaquero Arthur O`Dwyer. Cada uno de ellos muy distinto del anterior y con su propia motivación personal. Como ya he dicho, poco a poco los vas conociendo aunque su carácter impide que crees la suficiente empatia con ellos aunque hay que reconocer que están todos sobresalientes.  Mención especial para el pedazo de plano que le regala el director al amigo Russell hacia el final de la película, simplemente acojonante.


             Lo que más miedo da de esta película es que la violencia campa a sus aires por la pantalla con una naturalidad que no parece afectar o sorprender en casi nada a unos protagonistas hechos y forjados en este medio hostil, acostumbrados a ver sangre día a día y que directamente casi parecen ignorar sus heridas. Además resulta encomiable la planificación y naturalidad con la que rueda las escenas de acción física ( en plan El Padrino ) y lo bien que se adaptan al resto de escenas de corte más intimista. De hecho esta maldita capacidad de sorprenderte en más de una ocasión hace que estés en tensión esperando un sobresalto inesperado en cualquier momento. Bien jugado campeón.


La Nota de La Noche










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