lunes, 19 de octubre de 2015

LA CUMBRE ESCARLATA, el amor creando monstruos.

Dir: Guillermo del Toro (2015)


¡Dale al Play y disfruta leyendo!


Extracto del libro "La Cumbre Escarlata" de Edith Cushing:
            "De esta manera y tras abandonar América es como llegué a las tierras de Inglaterra, a mi nuevo hogar en Allerdale Hall junto a mi recién estrenado esposo, el baronet Sir Thomas Sharpe. La casa familiar tenia un aire totalmente decadente y frío y la actitud de mi nueva hermana, lady Lucille Sharp no ayudaba en nada a caldear el ambiente. Nada más llegar me pareció advertir la presencia de otra persona en la casa pero ambos me informaron de que eramos los únicos habitantes de aquel horrible caserón. -Cuidado con la Cumbre Escarlata-. Cuan lejos quedaban en aquel momento aquellas palabras de advertencia oídas en mi niñez..."



                  Con La Cumbre Escarlata del Toro nos trae, bajo el genérico sello de película de "terror", un delicioso melodrama romántico de tintes macabros regado por un halo de intriga. Todo un maravilloso collage por donde explayarse mientras muestra su particular mundo victoriano de una manera tan gótica que Poe estaría altamente orgulloso. La Cumbre Escarlata es Guillermo del Toro, y Guillermo del Toro es La Cumbre Escarlata pues rezuma su esencia por los cuatro costados. Podrías verla sin información al respecto y sabrías que se trata de una obra suya, pues usa y abusa de cada una de sus ideas y convicciones estéticas.


               La película tiene cierto desequilibrio entre el contenido y la forma pero la media es más que aceptable. Guillermo del Toro ha sabido adornar su fábula con un trío de actores que suben el nivel destacablemente: Mia Wasikowska transmitiendo convicción y delicadeza por igual, Tom Hiddlestone mostrando su lucha interna y Jessica Chastain desbordando ferocidad contenida en cada una de sus tomas. Chastain es la que se lleva el gato al agua pues hay que reconocer que llena todos los fotogramas en los que aparece con su imponente presencia. Lo más flojo del elenco es Charlie Hunnam, que parece no saber como quitarse de encima la cara de palo.


              El guión de Guillermo del Toro logra darles entidad a todos y cada uno y no dejarlos como meros arquetipos que representen el blanco o el negro, pues esta es una película que ronda por la zona gris del espectro psicológico de los personajes dando grandes momentos a cada uno de ellos. Concretamente su guión será lo más débil de la historia, aunque creo que en ningún momento ha pretendido engañarnos. No es esta una película de giros o sorpresas narrativas, no es el juego de Guillermo, que en todo momento nos da no solo pistas sino, directamente, la información con la que la protagonista no cuenta para que sepamos en donde se está metiendo. No hay trampa ni cartón, pues gracias a esto logra que comprendas perfectamente cada uno de los gestos que los protagonistas se dirigen entre sí. Por supuesto, se podría haber mejorado un poco la tensión gracias a mantener ciertas cartas bien guardadas hasta el final y crecer en segundos visionados pero desde el primer momento del Toro nos dice por donde va a ir la historia. El resultado es que le queda un primer tramo un poco lento, un nudo que es donde muestra su mejor cara y un desenlace que siendo bueno carece de toda la fuerza necesaria y que sabemos que del Toro puede desarrollar.


                No podemos olvidar al último personaje de la función: la casa. Es aquí donde Guillermo debe de haber disfrutado como un enano. No solo estamos hablando del ejemplar trabajo artístico en cuanto a diseño y decoración, gótico y abigarrado, ya de si reseñable en grado supremo, sino al estado psicológico que la casa transmite en cada plano. El uso del color Rojo en la mayor parte de los planos refleja el ambiente enfermizo, malsano y putrefacto de la casa con esas paredes y suelos sangrando que no son más que una consecuencia del estado mental de los personajes y transmite la ferocidad y rabia que sus paredes parecen estar conteniendo. El apartado del vestuario también merece ser mencionado debido al amplio género y diversidad de prendas usadas a lo largo del film. Seguro que se vuelven a poner de moda los camisones con volantes...


               Como personajes secundarios quedan los fantasmas que, como la propia historia se empeña en recalcar, no son más que una simple metáfora. Fantasmas "Made in Del Toro". Esto hay que reconocerselo. Si el está convencido de que un fantasma es así pues no hay quién se lo discuta y los cambie. Por eso reconoceremos en los espectros que deambulan por aquí los ecos de aquel fantasma de "El Espinazo del Diablo", y de la cual esta película sigue bebiendo bastante, en concepción y en ideológia. Creo que el CGI en este caso no es todo lo bueno que podría ser y le quita un poco del realismo que el resto de encuadres que Del Toro se encarga de rodar, echándose en falta ese factor "físico" y palpable que siempre ha logrado dar en el resto de sus películas.


                 En esta ocasión el encargado de poner música a las imágenes de La Cumbre Escarlata ha sido Fernando Velázquez, que ya participó en la anterior producción de Del Toro "Mamá" con excelentes resultados. Cómo no puede ser de otra manera, pues es marca de fábrica, en la película volvemos a tener una Nana a modo de Leit Motiv que contará con diversas versiones a lo largo de la misma. A falta de escuchar por separado un soundtrack que no se ha editado todavía, la música que el compositor aplica en esta ocasión es moderada y resolutiva pero no tan acertada como la del Laberinto del Fauno de Javier Navarrete.


                  En definitiva, Guillermo del Toro y su mundo. Una película que da gusto verse aunque sea por su estética e historia gótica, su interna poesía, su amor por lo macabro y lo sobrenatural, pues muy pocas oportunidades se nos presentan hoy en día para ver esta suerte de películas y encima que no se basen solo en el terror y el mostrar muertes atroces en pantalla sino en querer mostrar que el mundo sobrenatural no es mucho más peligroso que el mundo físico, lo que queda perfectamente resumido en la frase promocional de la película: "el amor crea monstruos".

La Nota de La Noche:























2 comentarios:

  1. Increíble artículo y reseña, muy detallada. De las producciones de Guillermo del Toro , en lo personal, La Cumbre Escarlata es una de las más cuidadas, cada detalle es importante, y el vestuario realmente te transporta a la época en la que se desarrolla la historia. Una chica, Edith, que quiere convertirse en escritora (Mia Wasikowska) se encuentra con un apuesto hombre (Tom Hiddleston) quien posee un gran secreto que pondrá en peligro a Edith. La historia nos envuelve entre la pasión, el amor, los fantasmas y lo gótico.

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    1. Muchas gracias, amiga de La Noche, por tu generoso comentario. Intentaré mantener el nivel y que sigas disfrutando de mis humildes reseñas. Saludos desde el otro lado del espejo.

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