Dir: Eli Roth (2015)
No se puede decir que haya quedado muy contento tras terminar de ver Knock Knock, la nueva aventura cinematográfica de Eli Roth, director que parece estar en todos lados pero que tampoco es que haya rodado tanto. En esta ocasión Roth nos trae un thriller sexual con infulas moralistas de corte barato y para ello mete a Keanu Reeves en un infierno de tintes correctivos .
No es que la película sea una autentica basura, aunque no se queda lejos; se agradecen sus 90 minutos de duración que no llegan a hacerse largos pero que tampoco se hacen cortos. El problema es que hay una serie de situaciones que se le van directamente de la mano y son totalmente incomprensibles. Ni siquiera cuadra con lo que Roth pretende mostrar en el desenlace. Ya no hablo de la escena de la escultura y el pilla pilla, que queda como lo más patético que he visto en mucho tiempo...
Lo bueno que consigue Roth es dirigir tu rabia e indignación hacia un objetivo concreto, con lo que capta y redirige tu atención durante el visionado, pero es que poco a poco vas viendo un artificio que no va hacia ningún lado. Nuestra rabia no solo se orienta hacia el duo de monos de feria que conforman las dos protagonistas sino hacia la ineptitud y torpeza del personaje encarnado por Keanu.
El trio de actores se pasa tres pueblos en sus actuaciones, no quiero ni pensar lo que se fumaban durante el rodaje, pero están completamente fuera de si, con unas actuaciones que sacan de quicio. Reeves sobreactuado desde el primer momento, Lorenza Izzo y Ana de Armas histriónicas a más no poder, mención especial para esta última que se supone que es madrileña pero cuyo acento queda muy lejos de ser castizo.
En definitiva, una suerte de Funny Games y Misery sin sentido alguno y que falla enormemente en su intento de dar un mensaje moral con el cual no podemos estar nada de acuerdo. Viniendo de Eli Roth, la verdad es que esperábamos algo más radical.
La Nota de La Noche:
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