Dir: Michaël R.Roskam (2014)
Tom Hardy, Noomy Rapace y James Gandolfini (en su última aparición cinematográfica) en un drama con toques criminales no puede estar nada mal y de hecho no lo está. Es de esas películas que desde que comienzan tienen un algo que no deja que le quites los ojos de encima, cosa difícil cuando parece que el argumento gira alrededor de un cachorro de Pitbull maltratado y abandonado en el cubo de la basura de la Rapace y que Hardy encuentra casualmente. Pero así son las mejores historias, las que van marcando su terreno poco a poco, las que te van envolviendo cual papel celofán hasta hacerte sentir igual de atrapado que sus protagonistas debido a sus subtramas.
Estupendos y muy sobrios los tres actores que con sus silencios y diálogos van mostrando poco a poco sus heridas, sus debilidades y sus secretos y que son respaldados por una más que correcta dirección, una acertada fotografia que muestra una fría y oscura Brooklyn y un inteligente guión que consigue que te preocupes por sus personajes y que no da pistas claras de lo que puede llegar a ocurrir.
Sinceramente, Tom Hardy está perfecto y James Gandolfini nos deja por todo lo alto con este papel.
La Nota de La Noche:
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