Dir: Francois Simard,Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell (2015)
Año 1997...¡Bienvenidos al futuro! Si, he dicho 1997.
Un futuro donde se lucha por el agua, tal y como ocurre en la última de Mad Max. Un futuro dominado por un maloso que viene a ser una suerte de Dennis Hopper en Waterworld, y sus secuaces son descendientes de los de Cyborg. Un futuro donde los robots no pierden energía sino que van perdiendo corazones cual videojuego de Nintendo.
Este es el mundo de Turbo Kid, un chaval obsesionado con los cómics de su héroe, "turbo Rider", y con cuyo cadáver el destino quiere que se encuentre, ocupando el papel reservado a los grandes héroes; todo esto tras haber recibido las instrucciones adecuadas por parte de una televisor de 14 pulgadas, de tubo para más información, incrustado en el panel de una aeronave enterrada. Ahí va nuestro héroe, al rescate de su nueva mejor amiga, una amiga que da más miedo que otra cosa, pero amiga al fin y al cabo. Armado con su puño de energía, ( una suerte de nintendo pegada al antebrazo) Turbo Kid unirá fuerzas con el Indiana Jones para derrotar a los malos e instaurar la paz en el universo ( la cantera ).
Turbo Kid es una delirante y sangrienta revisitación del cine de ciencia ficción juvenil y post-apocalíptico de los años 80, un pastiche de aquel cine que muchos de nosotros mamamos y con el que crecimos hasta convertirnos en adultos equilibrados...
Esta producción canadiense no pretende otra cosa que entretenernos, cosa que consigue sin problemas, gracias a un guión que no tiene sentido y el uso de mucho gore usado de manera altamente risible. Básicamente todo el film es una parodia de aquel cine explotation de Mad Max, ya que, por ejemplo, aquí no hay coches sino que las persecuciones son directamente en BMX. Otro absurdo son las actuaciones, tanto las de Turbo Kid y su amiga Apple ( menudo chistaco ), el luchador Indiana Jones (así lo llamo yo) o Michael Ironside,- el malo de la función y que todavía no me explico como ha acabado en este producto serie-z-, totalmente sobreactuadas y pasadas de rosca para mantener el tono delirante del conjunto.
A su favor tiene que la edición y cariño puesto en muchos planos sobrepasan el de la medía de muchos otros productos de bajo presupuesto aunque el principal problema es que todo el sentido de la película se perderá para aquellos que no han visto o sienten nostalgia de este tipo de películas, ya que entonces resultará inútil el homenaje-parodía que este casposo film lleva a cabo sobre gran parte del cine de nuestra infancia.
En definitiva para pasar un rato divertido en compañía de amiguetes no encuentro mejor opción ahora mismo y ojo a Laurence Leboeuf ( Apple), le veo futuro a la chica.
La Nota de La Noche:
Esto es una maravilla!!!
ResponderEliminar